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Nueva metodología para transformar la emisiones de CO2 en biocompuestos

Nueva metodología para transformar la emisiones de CO2 en biocompuestos

Un consorcio multidisciplinar e internacional de instituciones y empresas, liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha presentado los resultados del proyecto VIVALDI (innoVative bIo-based chains for CO₂ VALorisation as added-value organic acids), del programa Horizon 2020, en la conferencia final del proyecto, celebrada esta semana en Barcelona.

El consorcio ha trabajado en los últimos cuatro años para desarrollar una metodología biotecnológica innovadora, sostenible y rentable para transformar las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) de bioindustrias (industrias basadas en procesos biotecnológicos) en nuevas materias primas orgánicas para el sector químico.

La propuesta de VIVALDI, centrada en bioindustrias de sectores clave (alimentario, papelero, de bioetanol y de productos bioquímicos), consiste en capturar el CO₂ que emiten, purificarlo y transformarlo mediante la integración de dos tecnologías (electroquímica y biotecnológica) en compuestos simples (metanol y ácido fórmico) que sirven de base para la producción de otros ácidos orgánicos más complejos, que hoy en día se producen a partir de combustibles fósiles. Estos compuestos resultantes pueden utilizarse en la misma planta, lo que mejoraría la sostenibilidad y circularidad de los procesos, a la vez que abren nuevas oportunidades de negocio para las biorefinerías como componentes básicos para nuevos compuestos (por ejemplo, bioplásticos o aditivos de alimentos para animales). Integrar este concepto permitiría reducir las emisiones de carbono y la dependencia de los combustibles fósiles y contar con alternativas más sostenibles para la producción de bioproductos, que actualmente comporta un gasto intensivo de recursos clave, como la energía, las materias primas, la tierra y el agua.

La nueva metodología se ha validado en una prueba de concepto que ha permitido obtener objetos bioplásticos (unos cubiertos) para el sector alimentario y aditivos de alimentación animal. Además, el proyecto ha mejorado las funcionalidades y rendimiento de las diferentes fases del proceso, como las relacionadas con la captación y purificación del CO₂ y la reducción electroquímica a ácido fórmico o metanol.

La solución desarrollada permite replicarlo en empresas de base biológica de diversos tipos y tamaños. «Es una metodología pionera en la que hemos logrado integrar la reducción electroquímica del CO₂ con procesos biológicos capaces de producir, de forma sostenible, un gran abanico de productos. Estamos convencidos de que permitirá avanzar en el desarrollo de una nueva industria basada en la utilización y valorización de CO₂ que contribuya a reducir la huella de carbono y la dependencia de los combustibles fósiles, en línea con los objetivos climáticos y bioeconómicos marcados por la Unión Europea», señala Albert Guisasola, Albert Guisasola, catedrático del Departamento de Ingeniería Química, Biológica y Ambiental de la UAB y coordinador de VIVALDI.